¡Bienvenido! Soy Agnieszka, fundadora de Le Frag. Nací en Varsovia y crecí en el barrio de Saska Kępa durante los años 80. No te preocupes, no voy a contarte la historia de mi vida, pero hay algunos detalles que me gustaría compartir contigo, ya que quién soy y de dónde vengo influyen notablemente en Le Frag.

En primer lugar, yo era un completo bicho raro. Yo era esa niña que quería ser policía y no princesa. En una época en la que la mayoría de niñas admiraban a la Barbie, mi ídolo era una niña toda ella peculiar, Pippi Calzaslargas.

Siempre he sido una persona que he seguido mi propio rumbo. Fui estudiante de honor en el colegio, destacando en clase de educación física. Pasaba mi tiempo libre trepando árboles, montando en bicicleta y cantando en el Gran Teatro de la Ópera Nacional de Varsovia. A lo largo de toda mi vida, mi corazón se ha debatido entre mi amor por el arte y los hierros del gimnasio. La pregunta “¿qué serás cuando seas mayor?” me perseguía por las noches. No entendía porqué las figuras de autoridad te hacían pensar que había que limitarse a una sola actividad. Durante la mayor parte de mi vida me he sentido incompleta. Me atraían muchas cosas y me resultaba difícil obedecer a los jefes, las normas estrictas y los códigos de vestir.

Una de mis grandes pasiones son los perfumes nicho. Me compré el primero cuando todavía estaba en la universidad. Me fascinaba su singularidad, complejidad y autonomía respecto a las tendencias comerciales. Sentía que eran como yo.

En 2009, me mudé a Barcelona. Aquí me sumergí más en la industria del perfume, donde me introduje en el mundo de la elaboración de fragancias. Con los años, mientras aprendía a apreciarlos aún más, decidí llevar mi pasión por los perfumes un paso más allá y cumplir mi sueño.

Reuniendo todo lo que he aprendido y buscando una salida para expresar mi creatividad, nació Le Frag.

Le Frag está dedicado a todos aquellos que se sienten diferentes. No estás solo. Créeme, no hay nada malo en ti.

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